Dentro de la situación de Acoso, Mobbing o Terrorismo Psicológico, nos encontramos con una persona que se va cerrando y encerrando: cada día comparte un poco menos con los amigos y familiares, a la par que va oscureciendo su casa, no levanta las persianas, deja de salir a la calle...
La pescadilla se muerde la cola y como quienes te rodean no entienden tu forma de actuar, tú ni eres consciente ni tienes fuerza para cambiar la actitud, acabas solo/sola, aislado y desconectado de tu entorno.
Seguramente la nevera se vaciará pero....quién va a por el pan? Puede que tú lo intentes y acabes no comiendo ese día, o te encuentres enmedio de la acera paralizado sin que tus piernas obedezcan a tu cabeza....
El miedo te invade, te alejas, rehúsas relacionarte, no contestas al teléfono, no abres la puerta, cambias el día por la noche y un largo etcétera que, para los demás es tu mal carácter y para otros supondrá que se alejen de ti por no entender lo que te pasa. Sólo sabes que quieres huir y no puedes, que temes sentirte atrapado en mayor o menor medida, sin escapatoria, se acumulan varios sentimientos que producen esta amalgama de pànico.
Tienes que dar un paso, preciso, acudir a un Psicólogo que te ayude a salir del agujero aislacionista y con muuuuucho tiempo, ora con más nervio, ora con mayor calma, dejarte acompañar por una persona para ti totalmente desconocida a la que puedes abrir tu corazón sin complejos.
La Seguridad Social te ofrece este servicio gratuito, en la Unidad de Salud Mental, a la que puedes acudir por prescripción de tu Médico de Familia (el de Cabecera).
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